Multiculturalidad y Feminismo
Para empezar, algunas reflexiones : qué entendemos por Multiculturalismo y por Universalismo. ¿Son dos conceptos excluyentes?
El universalismo ha formado parte tradicionalmente de la cultura feminista, que hunde sus raices en la Ilustración, en la declaración "universal" de los derechos del "hombre" y en las ideas de igualdad y ciudadanía, pero el contrato social que surge de la revolución francesa restringe ese universalismo, ya que se basa en una fraternidad masculina que excluye a las mujeres de ese contrato.
El viejo debate feminismo de la igualdad/feminismo de la diferencia enlaza con estos nuevos debates ( modernidad/postmodernidad......). El discurso de la diferencia o la identidad se ha visto contestado desde otras identidades o diferencias, fundamentalmente dentro del Movimiento Feminista por lesbianas y afroamericanas, con lo que el debate se ha trasladado a "las diferencias entre mujeres". Según Nancy Fraser..." en vez de centrarnos exclusivamente en el género, ahora nos centrábamos en la relación del género con los demás ejes de diferencia y subordinación que lo interseccionan. No solo el género, sino también la "raza", la condición étnica, la nacionalidad, la sexualidad y la clase exigen ahora su teorización por el feminismo........y todas las luchas contra la subordinación deben ahora ser relacionadas de algún modo con el feminismo."
Siguiendo a la misma autora, se han dado dos tendencias simétricamente opuestas: El Multiculturalismo indiscriminado, según el cual todas las identidades y diferencias son merecedoras de reconocimiento, y el Antiesencialismo indiscriminado, que trata todas las identidades y diferencias como ficciones represivas.
Ambas tendencias comparten una raiz común: el fracaso a la hora de relacionar una política cultural de identidad y diferencia con una política social de justicia e igualdad. Las preguntas plantedas por Nancy Frasser nos han parecido muy válidas como reflexión para este debate:
¿Qué diferencias merecen reconocimiento público y/o representación política?
¿Qué diferencias, por el contrario, deberían considerarse irrelevantes para la vida política y tratarse como asuntos privados ?
¿Qué afirmaciones de identidad tienen su fundamento en la defensa de relaciones sociales de desigualdad y dominación? ¿Cuáles suponen un desafío a dichas relaciones?
¿Qué clases de diferencias debería intentar fomentar una sociedad comprometida con la justicia? ¿Y cuáles, en cambio habría que tratar de abolir?
¿La democracia multicultural exige igualdad social? ¿Equidad entre géneros? ¿Equidad entre regiones? ¿Equidad entre grupos étnicos? ¿Ausencia de dominación y subordinación en el sistema?
Según Dolores Juliano, no se trata de que las mujeres estemos más discriminadas en unas culturas que en otras, sino que sufrimos distintas formas de discriminación.
Alain Touraine plantea cosas interesantes ( y, por supuesto, discutibles):
Que lo que une al universalismo y el multiculturalismo es la voluntad común de situar una cultura por encima del poder de un Estado o de los intereses de un grupo social .
Que la integración y el reconocimiento de la pluralidad no son separables.
Que la única sociedad multicultural estable es el Estado laico, secularizado, al que denominamos democracia.
Que solamente si existe una cultura "de referencia" capaz de asegurarse su libertad, y por tanto, de hacer respetar el carácter laico del Estado, es decir, capaz de gestionar sus propios debates y combates internos, las culturas minoritarias pueden ser reconocidas y pueden dialogar entre sí y con la cultura de referencia.
Que para ser un agente de cambio hay que ser a la vez central y marginal.
que la legalidad debe definir la compatibilidad entre los derechos fundamentales y la diversidad de las culturas y de las individualidades.
Nuestras propuestas:
1. Debemos reformular un nuevo concepto de ciudadanía .
2. Debemos tejer redes entre mujeres de diversas culturas que nos ayuden a luchar conjuntamente contra las diversas formas de discriminación.
El universalismo ha formado parte tradicionalmente de la cultura feminista, que hunde sus raices en la Ilustración, en la declaración "universal" de los derechos del "hombre" y en las ideas de igualdad y ciudadanía, pero el contrato social que surge de la revolución francesa restringe ese universalismo, ya que se basa en una fraternidad masculina que excluye a las mujeres de ese contrato.
El viejo debate feminismo de la igualdad/feminismo de la diferencia enlaza con estos nuevos debates ( modernidad/postmodernidad......). El discurso de la diferencia o la identidad se ha visto contestado desde otras identidades o diferencias, fundamentalmente dentro del Movimiento Feminista por lesbianas y afroamericanas, con lo que el debate se ha trasladado a "las diferencias entre mujeres". Según Nancy Fraser..." en vez de centrarnos exclusivamente en el género, ahora nos centrábamos en la relación del género con los demás ejes de diferencia y subordinación que lo interseccionan. No solo el género, sino también la "raza", la condición étnica, la nacionalidad, la sexualidad y la clase exigen ahora su teorización por el feminismo........y todas las luchas contra la subordinación deben ahora ser relacionadas de algún modo con el feminismo."
Siguiendo a la misma autora, se han dado dos tendencias simétricamente opuestas: El Multiculturalismo indiscriminado, según el cual todas las identidades y diferencias son merecedoras de reconocimiento, y el Antiesencialismo indiscriminado, que trata todas las identidades y diferencias como ficciones represivas.
Ambas tendencias comparten una raiz común: el fracaso a la hora de relacionar una política cultural de identidad y diferencia con una política social de justicia e igualdad. Las preguntas plantedas por Nancy Frasser nos han parecido muy válidas como reflexión para este debate:
¿Qué diferencias merecen reconocimiento público y/o representación política?
¿Qué diferencias, por el contrario, deberían considerarse irrelevantes para la vida política y tratarse como asuntos privados ?
¿Qué afirmaciones de identidad tienen su fundamento en la defensa de relaciones sociales de desigualdad y dominación? ¿Cuáles suponen un desafío a dichas relaciones?
¿Qué clases de diferencias debería intentar fomentar una sociedad comprometida con la justicia? ¿Y cuáles, en cambio habría que tratar de abolir?
¿La democracia multicultural exige igualdad social? ¿Equidad entre géneros? ¿Equidad entre regiones? ¿Equidad entre grupos étnicos? ¿Ausencia de dominación y subordinación en el sistema?
Según Dolores Juliano, no se trata de que las mujeres estemos más discriminadas en unas culturas que en otras, sino que sufrimos distintas formas de discriminación.
Alain Touraine plantea cosas interesantes ( y, por supuesto, discutibles):
Que lo que une al universalismo y el multiculturalismo es la voluntad común de situar una cultura por encima del poder de un Estado o de los intereses de un grupo social .
Que la integración y el reconocimiento de la pluralidad no son separables.
Que la única sociedad multicultural estable es el Estado laico, secularizado, al que denominamos democracia.
Que solamente si existe una cultura "de referencia" capaz de asegurarse su libertad, y por tanto, de hacer respetar el carácter laico del Estado, es decir, capaz de gestionar sus propios debates y combates internos, las culturas minoritarias pueden ser reconocidas y pueden dialogar entre sí y con la cultura de referencia.
Que para ser un agente de cambio hay que ser a la vez central y marginal.
que la legalidad debe definir la compatibilidad entre los derechos fundamentales y la diversidad de las culturas y de las individualidades.
Nuestras propuestas:
1. Debemos reformular un nuevo concepto de ciudadanía .
2. Debemos tejer redes entre mujeres de diversas culturas que nos ayuden a luchar conjuntamente contra las diversas formas de discriminación.
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